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ARTÍCULOS SOBRE EDUCACIÓN


ESTABLECIMIENTO DE LIMITES Y REGLAS CLARAS EN LA CASA

 

Todo niño pequeño, necesita crecer en un hogar con normas, límites y reglas claras. Cuando somos pequeños y estamos acostumbrados a que nuestros padres nos pongan límites, más adelante no va a ser necesario que ellos los sigan estableciendo, ya que habremos aprendido a hacerlo nosotros mismos. Por otro lado, si crecemos en un hogar con reglas poco claras y sin límites, no seremos capaces de saber hasta dónde podemos llegar en los diversos contextos, lo que haría que ya de grandes no podamos tolerar frustraciones, no logremos “frenarnos” frente a determinadas situaciones comprometedoras, etc, etc, etc…………… y muchos más “etc”.

¿POR QUÉ LAS NORMAS Y LÍMITES SON NECESARIOS?

  • Dan seguridad y protección. Si el niño es más fuerte que los padres, no se podrá sentir protegido por ellos. Cuando un niño se va dando cuenta que siempre puede hacer lo que quiere sin restricciones, se va creando en él la idea de que es capaz de en cierta forma “dominar” a sus padres, por lo mismo que nota que él es quien manda. Por lo tanto, si un niño tiene esta imagen, en situaciones difíciles le costará encontrar en ellos la seguridad que necesita.
  • Permiten predecir la reacción de los padres ante determinadas situaciones y comportamientos. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar.
  • Ayudan al niño a tener claros determinados criterios sobre las cosas. Cuando las normas y límites no están claramente establecidos en el hogar, lo más probable es que los niños se sientan confundidos con respecto a lo que se puede o no se puede hacer. Los límites funcionan como una referencia, un modelo de conducta que orienta y ofrece una estructura a la que aferrarse.
  • Enseñan al niño a saber posponer sus deseos, lo que lo prepara para diversos tipos de situaciones. Más adelante, cuando el niño haya crecido un poco más, se enfrentará a situaciones en que se dará cuenta que no puede tener todo lo que quiere.

Si en casa los padres establecieron límites adecuadamente y el niño aprendió a posponer sus deseos, podrá tolerar con mayor facilidad una situación complicada; por el contrario, si el niño nunca aprendió a posponer sus deseos y a tomar conciencia que no siempre tendrá inmediatamente lo que quiere, no generará recursos para tolerar la frustración.

 

¿QUÉ ES LO REALMENTE PERJUDICIAL PARA EL DESARROLLO DEL NIÑO?

  • El no poner ningún tipo de límites a su comportamiento es perjudicial. Las consecuencias de esta actitud darán lugar a un niño que no tiene nunca suficiente, cuyas exigencias son cada vez mas elevadas y donde las negativas serán cada vez vividas de peor forma. Estaremos pues ante un niño con dificultades para postergar la satisfacción de sus deseos, tolerar la frustración, etc… lo que irá empeorando conforme crece.
  • Establecer unos límites o normas demasiado estrictas o excesivas en cuanto a  cantidad no dejarían crecer al niño y desarrollarse.
  • Muchas veces los padres creen que los límites frustran a los niños, cuando lo que ocurre es contrario, ya que les brindan recursos para que poco a poco vayan aprendiendo a tolerar las situaciones incómodas y a enfrentarlas con éxito.

 

¿QUÉ CONDICIONES SON FUNDAMENTALES PARA ESTABLECER CON ÉXITO LOS LÍMITES?

  • Que exista un buen clima familiar de afecto y cariño, cuando los niños se sienten reconocidos y queridos están más dispuestos a aceptar las normas.
  • Los padres deben estar convencidos de aquello que exigen y, por tanto, han de luchar para su cumplimiento.
  • Las normas establecidas por los padres han de ser claras y realmente necesarias, y por tanto, no han de ser excesivas, pues ello acabaría por convertirlas a todas ineficaces.
  • Es mejor proponer sólo unas pocas normas para poderlas así defender mejor. El clima familiar es más agradable si no hay demasiadas reglas que obedecer. El exceso crea confusión, limitación y acaba siendo ineficaz.
  • Los padres deben comportarse en forma coherente a lo exigido, pues con el ejemplo también se enseña, por tanto, deben ser consecuentes con el modo habitual de ser en casa y actuar de acuerdo a lo que enseñan a los niños.
  • Es normal y habitual que el niño quiera probar con su actitud y con su conducta, hasta dónde puede llegar y cuál es la reacción de los padres si se sobrepasa el límite marcado. Es en ese momento cuando hay que ponerse firmes, pues si se cede, después costará mucho más retomar el respeto de esas normas.
  • Todo ello no excluye la necesidad de que los padres adopten una mentalidad flexible que les permita ir adaptando esas normas a la situación, al momento y edad concreta del niño.

 

SUGERENCIAS EN EL ESTABLECIMIENTO DE NORMAS Y REGLAS EN CASA

    • Las reglas deben ser claras, precisas y concretas, comprensibles para los niños (expresadas en un lenguaje adecuado y con  términos conocidos por ellos), acordes con las demás (sin contradicciones), asignadas de una en una, suficientemente espaciadas e impartidas evitando todo contacto físico amenazador.
    • Hay que decirle al niño qué es lo que queremos que haga y no tanto qué es lo que no queremos.
    • Ser específico en cuanto a los comportamientos aceptados. En vez de decir “qué hábil”, es mejor decir “qué bien estás recortando la figura”.
    • Modelar el comportamiento deseado para que se establezca, en vez de esperar a que su mal comportamiento aparezca. Por ejemplo: “los niños educados ayudan a recoger sus juguetes después de jugar”.
    • Premiarlo  verbalmente, elogiándolo y haciéndole  cariño; evitar el castigo físico.
    • Reforzar los pequeños cambios en su comportamiento; no esperar grandes cambios al principio.
    • Pasar por alto algunas conductas inapropiadas, menos la que se pretende eliminar.
    • Si se premia o castiga a un niño pequeño, es necesario hacerlo inmediatamente después de la conducta, ya que
    • Evitar castigar físicamente por una conducta agresiva.
    • Es importante reforzar cada paso del progreso del niño, de manera que se sienta motivado a continuar.

     

    Todos los padres tienen dos funciones principales con sus niños, relacionadas directamente con la educación (en todos los sentidos) y el afecto.
    Es importante que los padres se den cuenta que los límites y las reglas claras en realidad son un acto de amor, y es necesario que les hagan saber a sus niños que si les ponen normas y límites es porque los quieren y quieren lo mejor para ellos. Las normas y los límites acompañados de mucho afecto, siempre resultan más efectivos.
    Departamento Psicopedagógico
    Nido “Descubriendo el Mundo”
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